martes, 6 de noviembre de 2012

¿Qué tendrán las espinacas que no me gustan?


Seguro que alguna vez os habéis hecho esta pregunta, pues si os apetece hoy podemos dar algunas respuestas.

La espinaca es originaria de China, llegó a España en el siglo XI y de ahí pasó al resto de Europa en torno al siglo XV. Su nombre científico es Spinacia oleracea.

Cuando algo no nos gusta, intentamos no comerlo, pura lógica, sin embargo vamos a ver porque es necesario comer espinacas: porque inhibe (frena, retrasa, evita) la aparición de tumores cancerosos. ¡ ANDA YA ! , estarás pensando. Pues sí, la espinaca es rica en betacarotenos,  como la zanahoria, que son los precursores de la vitamina A. El betacaroteno  no es más que un pigmento vegetal que se transforma en vitamina A al llegar al hígado y al intestino delgado. Su poder antioxidante evita la aparición del cáncer. Esta provitamina junto con la clorofila, que le da el color verde, dotan a este vegetal de tan magnificas propiedades como: es antioxidante,  fortalece los sistemas circulatorios e intestinal, disminuye el colesterol y los triglicéridos, es antiánemica, etc.

Quedémonos con la clorofila. Se trata de una biomolécula que permite a las espinacas, todas las plantas y algas absorber energía en todas las longitudes de onda del espectro, excepto el verde, de ahí su color, y usan esa energía para generar el oxígeno que respiramos. A este proceso se le conoce como fotosíntesis.

imagen de juan-lafotosintesisylaclorofila.blogspot.com.es


Se trata de una porfirina sustituida con pequeños grupos enlazados y una cadena larga llamada fitol. Éste está formado por cadenas orgánicas de C e H. En el centro de la porfirina encontramos un átomo de Mg2+.



imagen de www.biología.edu.ar





Bueno ahora que ya tenemos la tarjeta de presentación de nuestra fuente de oxígeno, la Sra. Clorofila vamos a comprobar que realmente está en las espinacas que mamá compra. Para ello vamos a hacer dos cromatografías una de papel y otra con tiza blanca, la del cole.

Los materiales que vamos a necesitar son:


v Hojas de espinacas.
v Alcohol de 96º (podemos usar el que tenemos en casa para las heridas)
v Un mortero
v Filtros de café o papel de filtro de farmacia
v Un embudo
v Algunos vasos
v Una tiza blanca redonda
v Un lápiz, o un palito de pincho o una pinza.

Procedimiento:

 1.     Primer paso: extraer la clorofila de la espinaca para que quede disuelta en el alcohol. Para ello colocaremos las hojas de las espinacas en el mortero, le añadiremos un poco de alcohol y lo machacaremos hasta que el alcohol adquiera un color verde intenso.






2.     Segundo paso: Separar la fase sólida o pulpa de la liquida o extracto. Para ello pondremos dentro del embudo un filtro de café y filtraremos el líquido obtenido, depositándolo en un vaso.

3.  Ahora prepararemos el soporte donde realizaremos la cromatografía o separación de los componentes. En nuestro caso una tiza o un papel de filtro.


A. Separación en tiza: 

  •     Colocar medio centímetro de altura del filtrado en un vaso.
  •   Sumergir dentro del extracto la base de la tiza, y dejarla entre 3 y 5 minutos.
  •  Transcurrido este tiempo, retirar la tiza, y colocarla en un vaso que contenga medio centímetro de altura de alcohol. Hay  que tener en cuenta que la línea de extracto en la tiza no ha de quedar sumergida en el alcohol.
  •  Dejar la tiza en el alcohol y observar lo que sucede.

B.
  Separación en papel de filtro:




  1.  Cortar una tira de papel de filtro de unos 4 x 12 cm.
  2. Colocar con un cuenta gotas una gota del extracto a un centímetro del borde y dejar secar. Repetir la operación dejando caer una gota sobre la gota seca y dejar secar de nuevo hasta tener unas 8 ó 10 gotas de extracto.
  3.  Pegar el papel a un lápiz, palito de pincho o usar una pinza para sumergir la tira de papel en un vaso con alcohol sin que el nivel de alcohol sobrepase la línea de extracto del papel. Dejar el papel en el alcohol y observar lo que sucede.




Como podéis ver en la foto, de la cromatografía que ha hecho Paula (8 años), podemos distinguir 4 bandas o zonas que corresponden a los distintos pigmentos fotosintéticos presentes en las espinacas.

De bajo hacia arriba encontramos una banda verde intenso que es la clorofila b, luego otra verde menos oscura que es la clorofila a , a continuación encontramos una banda amarilla muy ancha donde encontramos la xantofila y los carotenos.


imagen de www.juntadeandalucia.es




La anchura total de la banda de colores es la distancia recorrida por el solvente (alcohol) y viene a ser de unos 8 cm. Así pues:

Pigmento 1: Clorofila b de color verde  recorre  unos 2,4 cm
Pigmento 2: Clorofila a de color verde azulado recorre unos 3,5 cm
Pigmento 3: Xantofila de color amarillo recorre unos 5,3 cm
Pigmento 4: Caróteno de color naranja recorre unos 8 cm.

Bien, queda demostrado que la espinaca tiene clorofila . ¿Será ahora un poco menos asquerosa?

También podéis probar con los pigmentos de la zanahoria.
Espero os guste la actividad, aunque no la espinaca.


Ruth Císcar